Diario de una Erasmus en Liubliana, día 0: ¡Ya estamos aquí!

¡Hola a todas y todos!

Este año he vuelto a la aventura de las Erasmus, y en este caso lo hago acompañado de la gran Mª Ángeles Talón, por lo que esperamos que la experiencia sea, como mínimo, el doble de satisfactoria que la del año pasado. Por supuesto, todo lo que veáis publicado aquí vendrá de parte de los dos.

De momento, y como buen domingo que es, no hemos empezado a realizar el trabajo para el que hemos venido, eso os lo contaremos a partir de mañana. Sin embargo, queríamos pasarnos por aquí para deciros que ya estamos instalados y deseosos de empezar y, sobre todo, queríamos contaros todo lo que hemos visitado desde ayer. ¡Que no es poco!

Ayer sábado llegamos a Liubliana a eso de las 13:00, después de más de 6 horas de viaje y Mª Ángeles, en vez de dejarme dormir siesta después del madrugón que nos habíamos dado, nos hizo recorrer la ciudad. Liubliana es una ciudad pequeñita, que se recorre fácilmente y que, especialmente en esta época del año, no es muy turística. Por tanto, dimos un paseo bastante agradable a pesar de la lluvia. Nuestras compañeras nos habían metido mucho miedo con el frío que íbamos a pasar, así que íbamos abrigados hasta las cejas y, por supuesto, tanto ayer como hoy estamos pasando calor. 

Durante la semana seguiremos visitando la ciudad por las tardes, así que ya os hablaremos más detenidamente. De momento, os pongo estas fotitos. Entre la lluvia y la humedad, os invito a encontrar una foto en este post donde tengamos buenos pelos.

Hoy hemos aprovechado el día al máximo. Hemos hecho una excursión a diferentes puntos fuera de la ciudad, que durante la semana no tendremos tiempo para visitar. Lo primero que hemos visto ha sido la cueva de Postojna, un conjunto de galerías subterráneas enorme del que destacaría tres cosas: te llevan al interior en un tren de los de las atracciones de Disneyland, llueve más dentro de la cueva que fuera y es el único hábitat natural de uno de los animales más desconcertantes que he visto. Os dejo fotos para que juzguéis por vosotros mismos.

Tras eso hemos visitado el castillo de Predjama, una minifortaleza construida en la ladera de una montaña, prácticamente en el interior de una cueva. La visita ha sido muy interesante. No tanto por el interior del castillo en sí (húmedo, frío y un poco escaso de mobiliario) sino por la localización del mismo y el uso del entorno natural. Algunas de las paredes del castillo eran la propia ladera de la montaña, de la que extraían agua pura. Además, las plantas superiores del castillo eran la propia cueva en sí, por la que se podía escapar a través de unos túneles en caso de asedio. Además, no paraban de repetir la historia de cómo Erasmo de Predjama murió de un catapultazo mientras estaba haciendo sus cosas en el retrete del castillo. Lo mismo tienen que cambiar de community manager.

Luego hemos ido al norte, a Bled (que se pronuncia /blid/, por si queréis haceros los listos). Bled es famosa por su gran lago, en el interior del cual hay una isla que es la única isla natural de Eslovenia. Por tamaño, la isla no es que sea para presumir, pero el enclave es precioso. A la isla se accede en un barco de madera que conduce un remero, pero nosotros no lo hemos tomado. En lugar de eso, hemos subido al castillo de Bled. Este castillo está construido en la cima de un acantilado justo sobre el lago. En el interior hay varias cosas para visitar, pero lo más interesante son, sin dudas, las vistas. Tras ello hemos paseado por la orilla del lago, visto patos y tomado chocolate caliente.

Finalmente hemos vuelto a Liubliana, tras unas 10 horas de excursión y cada uno se ha ido a su habitación a coger fuerzas para el día de mañana. Mª Ángeles probablemente estará viendo un partido de fútbol y yo soy más de Drag Race. 

No os olvidéis de consultar el blog mañana, que os contaremos cosas interesantes de verdad.

¡Nos vemos!

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