Adiós, Creta. Hola, Madrid.

Γεια σας!

Hace justo una semana empezaba a hacer la maleta para volver a Madrid. Y estaba nerviosa, no para de preguntarme si perderían mi maleta, o yo perdería mi pasaporte, o la tarjeta de embarque. Afortunadamente no pasó nada de eso.

El viernes por la mañana me despedí de mis compañeras de la farmacia, y de alguno de los clientes que ya me conocían. Me dio mucha pena irme ese día, sobre todo después de que la última dispensación de la mañana la hice yo sola hablando en griego con el cliente. Toda una hazaña, si me preguntáis. Por la tarde terminé de hacer la maleta y, después de ir a cenar un γυρος (básicamente, kebab con pan de pita) Natalia y yo fuimos a recoger las maletas a casa para pasar la noche en el aeropuerto.

El avión de Heraclión a Atenas salía a las 6:25, así que como podrás imaginar, no pudimos dormir mucho esa noche. Tampoco en el trayecto de 45 minutos hasta Atenas. Pero luego en el viaje a Madrid… Sí, esas 3 horas y media de viaje vinieron muy bien.

           

Y después vino lo mejor, reencontrarse con la familia. Se me hizo raro volver a casa después de dos meses. Sí, es verdad, no fue mucho tiempo, pero ha sido una experiencia tan intensa que me ha marcado de por vida.  He aprendido a marchas forzadas un idioma que no se parece en nada al español (y he conseguido atender a clientes de la farmacia en ese idioma), me ha abierto la mente a nuevas experiencias y me he demostrado a mí misma de que soy capaz de muchísimas más cosas de las que me creía capaz.

Volveré a Creta, y volveré hablando griego. Se ha convertido en algo tan característico que no quiero olvidar ese conocimiento del idioma que he adquirido y siempre que me pregunten por qué lo hablo, podré contar la maravillosa experiencia que he tenido.

Hasta luego, Creta. Volveremos a vernos.

Γεια σας!

Últimos días en Creta

Γεια σας!

Ya son los últimos días en Creta. El momento de volver a hacer la maleta, de  preguntarte qué vas a hacer con el medio paquete de pasta que no te ha dado tiempo a comer, y dónde vas a guardar en Madrid todos los recuerdos.

Han sido dos meses duros, complicados y a la vez felices y alegres. He conocido una cultura diferente y a la vez muy parecida. He visto paisajes preciosos, he visitado lugares llenos de historia, he visto motos entrar en las tiendas para repartir el correo… En fin, Creta es una isla de contrastes.

Es una experiencia que me ha dado herramientas únicas para moverme por el mundo y para tratar con vecinos pesados. Y qué queréis que os diga, solo por eso, ha merecido la pena.

Γεια σας!

Semana Santa en Creta

Γεια σας!

Quizás por el título de la entrada os parecerá que llego un poco tarde para la Semana Santa… ¡Pero no es así!

Καλό Πάσχα 2020: Πρωτότυπες ΕΥΧΕΣ και ξεχωριστές για Καλή ΑνάστασηLa religión predominante en Grecia es la cristiana ortodoxa, y como tal, la Semana Santa tiene un calendario algo distinto que en el resto de Europa, al menos la occidental. Nunca me he enterado de cómo se calcula cuándo cae Semana Santa, así que no esperéis que sepa calcular la ortodoxa. Solo sé que este año caía una semana después que en España. Mientras que el 14 de abril mis compañeros en Madrid disfrutaban de una semana de vacaciones sin tener que ir a las prácticas de la farmacia… A mí me tocaba currar. Pero no pasa nada, porque del 21 al 25 disfruté de mis vacaciones visitando Creta y enterándome de algunas costumbres que hay por estos lares.

Primero, durante toda la Semana Santa no se puede comer carne, como mucho pescado, excepto el Viernes Santo.

Segundo, es la festividad más importante de Grecia. La gente se emociona muchísimo no solo por los días de fiesta sino por su significado religioso. Las tiendas se llenan de huevos de colores y de mensajes de Καλό Πάσχα (pronunciado kaló pásja en español, que quiere decir «feliz pascua»), las iglesias se llenan de vida y por las noches organizan veladas con velas (valga la redundancia) y fuegos artificiales.

Y, hablando de mensajes, lo más común es que la gente se salude diciendo Χρόνια Πολλά και Καλό Πάσχα (jróña polá ke kaló pásja, más o menos). Una traducción literal sería «muchos años y feliz pascua», aunque no se puede considerar así realmente. Χρόνια Πολλά lo puedes decir para felicitar un cumpleaños, un gol en un partido de fútbol, una graduación, Navidad, Año Nuevo… Es un sentimiento de alegría y respeto por y para la otra persona, además de tener un significado profundamente religioso. Es una carta comodín aquí en Grecia.

No obstante, a partir del Domingo de Resurrección, la cosa cambia. Ahí ya solo saludan con Χρόνια Πολλά y la otra persona responde con Χριστός ἀνέστη (jristós anésti, «Cristo ha resucitado»). Como veis, son muy religiosos.

Tercero, es una semana para estar en familia y, si una pareja de novios está comprometida, es normal que las familias de los novios organicen una comida para conocerse.

Cuarto, es tradicional hacer galletas y, por supuesto, pintar huevos de pascua.

La jefa de la farmacia donde estoy haciendo las prácticas nos preparó a Natalia y a mí galletas, empanadillas de queso y hierbabuena y huevos pintados de rojo (al parecer la tradición dice que los huevos son rojos, pero a la gente le gusta pintar los huevos de muchísimos colores).

Así que sí, puede que haya llegado un poco tarde, pero como veis el tema da mucho que hablar.

Γεια σας y hasta la siguiente entrada!

Una semana difícil

Γεια σας!

Tengo que admitir que me ha costado mucho escribir esta entrada del blog. El martes pasado mi familia me avisó de que habían tenido que ingresar a mi perro, Houston, en urgencias. Unos días después, le hicieron la eutanasia. Dejadme que os cuente un poco sobre él.

Le adoptamos hace 16 años en un refugio de animales en Segovia. Dimos una vuelta viendo los perros que había, cuál nos necesitaba más y cuál se acercaba más a lo que queríamos. Y, de repente, al pasar por delante de una verja, un perro con cara de mayor (por el hocico grisáceo) se me echó encima pidiendo atención, lloriqueando y lamiendo mi mano. Él me eligió, y aunque no buscábamos un cachorro de 5 meses, nos lo llevamos a casa.

Tenía algunos problemas de estómago, sus alergias, sus manías… En fin, qué puedo decir de un compañero que me ha acompañado los últimos 16 años de mi vida. Era mayor, había vivido mucho para ser un perro de  mediana estatura, y obviamente sabía que pasaría pronto. Lo que no podía saber, y lo que siempre me va a doler, es que ocurriera mientras yo estaba a casi 3000 km de distancia de él. Porque no era solamente un perro (quien tenga una mascota así, lo entenderá). Era parte de la familia.

No os puedo expresar el dolor que sentí durante esa semana que le tuvieron ingresado, cada día con noticias de que empeoraba cada vez más sin responder a la medicación. Lo mal que me he sentido por no poder estar en Madrid y despedirme de él, de mi compañero fiel; encerrada, casi asfixiada en una isla tan bonita como Creta con solo su recuerdo.

Pero así es la vida. Me reconforta saber que se fue sin dolor, sin sufrir, rodeado de su familia y siguiendo el curso natural de la vida. He decidido compartirlo aquí porque, aunque no es algo relacionado con el Erasmus per se, es una experiencia que va unida a ella. Y cuando realizas este programa debes tener presente que situaciones como estas pueden suceder. No solo hay buenos ratos, también los hay malos y, estando lejos de casa, se pasa peor.

En fin, os prometo que la siguiente entrada sí tendrá que ver con Creta. Hasta entonces…

Γεια σας!

El día de la independencia en Grecia

¡Hola a todos! El pasado viernes 25 de marzo fue el día nacional de Grecia, lo que se traduce en un día festivo lleno de desfiles por todo el país.

Tras haber estado lloviendo toda la semana, el viernes por fin salió el sol. Perfecto para poder disfrutar del desfile que se celebraría en Heraclión. La gente caminaba tranquilamente por la carretera, agitando banderas de todos los tamaños que puedas imaginar (en todas las esquinas te encontrabas a vendedores ambulantes con dichas banderas). No había tienda o puesto callejero que no tuviera al menos una bandera ondeando en la puerta, y no es para menos porque para los griegos este es un día muy importante.

El 25 de marzo de 1821 empezó la llamada Revolución Griega, el principio del fin de 400 años de ocupación otomana en Grecia que, finalmente, lograría la independencia en 1830. Los historiadores no tienen muy claro que el 25 de marzo sea la fecha real en la que empezó todo, pero como se convirtió en tradición popular y, además, la Iglesia Ortodoxa celebra ese día la Anunciación del arcángel Gabriel a María… Pues ahí se quedó.

No solamente desfilaron distintos grupos militares, sino también los servicios de emergencias, servicios de atención a personas dependientes y… Niños. Muchos niños. Como hicieron las presentaciones en griego no me enteré de por qué había tantos niños desfilando, pero mereció la pena ver cómo lo disfrutaba el público. y, más importante, disfrutarlo con ellos. ¡Y disfrutar de la banda, que abrieron y cerraron el desfile!

Os dejo un vídeo del cierre del desfile para que podáis ver el espíritu festivo que se respiraba ese día por las calles de la ciudad.

¡Hasta la próxima entrada! Γεια σας!

 

 

Primera semana en Creta

¡Hola a todos! Aquí estoy con una entrada más en el blog. Ya ha pasado casi una semana desde que llegué y he estado los primeros días de prácticas en la farmacia.

Tengo que admitir que el tiempo no ha sido muy agradable estos días. Los propios vecinos me lo decían, que no era normal que a finales de marzo estuviera lloviendo tantísimo (aquí dicen que llueven patas de silla, no me preguntéis por qué). La peor noche para mí fue una en la que, al volver a mi apartamento, llegué con las zapatillas encharcadas, el paraguas lo tenía de adorno por el viento que hacía, tenía la otra mano ocupada con una bolsa (acababa de comprar queso feta, qué rico está eso) por lo que no podía coger las llaves, y para colmo, la verja del edificio se había quedado atascada y no podía entrar. Por suerte, llegó un vecino que sí pudo abrirla. Solo tuve que estar bajo la intemperie 15 minutos, pudo haber sido peor.

El lunes de esta semana, aprovechando que aún no llovía tanto y solo hacía viento, mi compañera Natalia y yo fuimos a la capital, Heraclión. Visitamos el antiguo puerto veneciano, fundado en el siglo XVI, y el castillo. Pero viendo la cantidad de viento que hacía… No pudimos ver mucho más. Nos familiarizamos con la capital y con los autobuses para llegar hasta allí.

Respecto a las prácticas, no ha dado tiempo todavía a hacer gran cosa. Aunque tengo cierta noción de griego (lo suficiente para leer los medicamentos y los principios activos y no perderme mucho), no puedo hacer mucho trabajo de oficina de farmacia al no hablar griego. Pero espero que en cuanto pasen los días, vaya a mejor.

En la próxima entrada hablaré sobre el día nacional de Grecia y la celebración que han hecho en Heraclión. Fui esta misma mañana, así que no tardaré en escribirlo.

Γεια σας!

Γεια σε όλους!

Γεια σε όλους! (yiá se ólus) O como diríamos en español, ¡hola a todos!

Ayer, 19 de marzo, emprendí mi viaje a Heraclión, capital de Creta. Tras seis horas de viaje y una escala en Atenas, llegué a mi destino. Como recuerdo del viaje tengo toallitas desinfectantes con la marca de la aerolínea (que de momento se van a quedar en el bolsillo de mi abrigo por si acaso), un folleto en griego sobre el día de la independencia de Grecia y un frío permanente en los pies y la punta de la nariz. Cualquiera diría que haría calor en una isla del mediterráneo… ¡Ja!

En realidad no es para tanto. Precisamente esta primera semana hace mal tiempo, como en Madrid. Qué le vamos a hacer. Lo importante es que el viaje fue bien, no perdimos ningún avión y llegamos a la hora prevista a Heraclión. Allí, un contacto de la agencia de prácticas nos fue a buscar al aeropuerto y nos llevó al apartamento donde vamos a pasar los próximos dos meses. Lamentablemente era ya de noche, así que no pudimos ver mucho durante el trayecto en coche.

Hoy sí hemos podido ver un poco más la zona donde vamos a vivir y hacer las prácticas (afortunadamente está muy cerca y se puede ir andando). Y, no menos importante, hicimos amigos.

El primero fue Νερó («neró», agua en griego, para que nos entendamos), un labrador negro que nos estuvo siguiendo durante toda la mañana mientras dábamos un paseo por la playa. En realidad no se llama así (o al menos no lo creo), pero como nos lo encontramos en la playa y era negro… Bueno, me pareció un buen juego de palabras para un nombre temporal. Después, por la tarde, conocimos a otros estudiantes de erasmus que viven en la misma zona. Siempre es una experiencia agradable conocer a más gente, y aún más si tenemos algo como el erasmus en común.

Aunque ha sido un primer día entretenido, mañana lo será más ya que empezamos las prácticas. Si ya es un reto trabajar en otro idioma que no es el tuyo nativo, como en mi caso es el inglés, lo es todavía más si vives rodeado de un idioma y alfabeto bastante distinto al que estás acostumbrado. Y no solo saber leerlo, ¡sino entenderlo! El día de hoy me lo he pasado leyendo carteles en griego e intentando aprender todo lo posible. Espero que me dé tiempo en estos dos meses.

De momento, es hora de despedirse. En la siguiente entrada os pondré al tanto de cómo es mi día a día en una farmacia de Creta.

Γεια σας! (¡yia sas!)