Bueno, no hay mucho que decir sinceramente, han sido unos días tranquilos, he resuelto problemas y he disfrutado bastante. Ahora tenemos unos días libres para disfrutar, algunos se han ido de viaje y yo he decidido quedarme y disfrutar de lo que hay por aquí.
Eso sí, aprovechamos y comimos todos juntos antes de estos días libres, la verdad es que el restaurante donde comemos es una delicia.
Aunque lo más gracioso de todo y lo más surrealista es lo que les pasó a unos compañeros de empresa que viven en el mismo edificio que yo. Se les había caído un armario de la pared y tuvimos que ir corriendo a ayudarles, no sabíamos si preocuparnos o reír.