Γεια σας!
Ya son los últimos días en Creta. El momento de volver a hacer la maleta, de preguntarte qué vas a hacer con el medio paquete de pasta que no te ha dado tiempo a comer, y dónde vas a guardar en Madrid todos los recuerdos.
Han sido dos meses duros, complicados y a la vez felices y alegres. He conocido una cultura diferente y a la vez muy parecida. He visto paisajes preciosos, he visitado lugares llenos de historia, he visto motos entrar en las tiendas para repartir el correo… En fin, Creta es una isla de contrastes.
Es una experiencia que me ha dado herramientas únicas para moverme por el mundo y para tratar con vecinos pesados. Y qué queréis que os diga, solo por eso, ha merecido la pena.
Γεια σας!