Hoy toca una entrada especial, la Nicosia gatuna.
Una de mis pasiones son los gatos. A los gatos de Madrid les hablo en Ucraniano, así que tengo un plan para que en poco tiempo, todos los gatos de Nicosia terminen hablando en Ucraniano. Os iré contando cómo va mi plan gatuno…
A este le estaban echando de comer, así que salva y no le doy la comida gatuna que compré en el supermercado, porque ante de llegar ya había comido y estaba observado la situación con su mirada gatuna. Es la zona cerca de la Iglesia Ortodoxa. Un gato ortodoxo.
En el mimo sitio cerca de la Iglesia Ortodoxa, había varios gatos. Debía haber una convención, o un Congreso Internacional Gatuno o algo parecido… o a lo mejor son gatos que están de Erasmus y están de juerga…
Aquí hay tres tristes gatos. Sí, con gatos. Parecen tres tristes tigres comiendo trigo en un trigal pero aquí en Nicosia es una isla y se les ha rebajado a la condición de gatos.
Este está tan tranquilo comiendo, celebrando que un Ucraniano es el campeón mundial del boxeo. Poco a poco voy culturizando a los gatos.
No soy la única que da comer a los gatos. Por aquí hay una señora que mira lo contentos que se ponen los gatos cuando les dan de comer… Hummm, pero les hablan en Griego Chipriota. Habrá que culturizar de nuevo a los gatos…
Vale, no todo van a ser gatos. También flores. Flores y gatos, cosas de chicas (mi anterior entrada era de bolsos y vestidos). ¿A que son preciosas estas flores?
Hala, ¡hasta la próxima!