La llegada a Dublín ha sido un poco caótica.
Llegué con el sol caído ya sobre las 20:30 al apartamento hora local. Aquí las direcciones no tienen números como en España por lo que me perdí buscando la casa.
La comunicación y acento de los nativos es complicada, hablan rápido y a menudo con un acento cerrado. Aunque para mi grata sorpresa me estoy defendiendo bien. Intentando mejorar día a día.
Enjoy the moment!