Se ha pasado muy rápido la semana, pero he podido conocer ver la realidad de esta pequeña escuela infantil de Nápoles. Además, el último día pude hacer algunas entrevistas a las educadoras y las familias. Me trasladaron lo que supone este proyecto para ellas, suponiendo no solo un espacio educativo y de encuentro para los y las niñas, sino que también se ha convertido en un espacio de encuentro, de reflexión y formación para las familias que están muy implicadas en el proyecto.
Además, me invitaron a una fiesta comunitaria donde participaron los niños y las niñas de la Gioca Bosco, una fiesta que organizaba una ludoteca comunal de un barrio de Nápoles. Este encuentro tenían organizados juegos populares, música, juegos de mesa, teatro y demás actividades.