Ya solo me quedan tres semanas para terminar el Erasmus y volver a España.
Los sentimos que tengo son encontrados; por una parte voy a echar de menos a los niños y a las educadoras del Links de Malahide, mientras, que por otra parte, estoy como loca por volver a España y reencontrarme con mi familia y amigos.
Realmente, la experiencia Erasmus es bastantae más compleja de lo que se nos cuenta; pero no está mal si uno está buscando crecimiento personal.