Damos fin a una etapa muy bonita de nuestra vida, despidiéndonos del mejor instituto y ciudad que hay.

Ha sido un abrir y cerrar de ojos y ya nos estábamos despidiendo, nos hicieron una comida y estuvimos charlando con todos los trabajadores de ahí.
Fueron muy agradables con nosotros y después nos invitaron a un helado.
Entonces tocó subir a ese avión que nos llevaba a casa.

Ha sido una experiencia inolvidable e incomparable. Las despedidas siempre son duras, pero volver a ver a tu familia eso no te lo quita nadie.
Cuando aterrizó el avión, y por fin, vi a mi familia, de los mejores momentos jamás vividos.
Muchas gracias al instituto por la experiencia.🫶🏻🫶🏻