Esta tarde fuimos al apartamento de una compañera de trabajo en Puchheim, que es como un pueblito a las afueras de Múnich. Nos invitó a hacer muffins, y la verdad es que nos quedaron riquísimos. Os dejo una foto del proceso y del resultado final.
Después nos fuimos a un bar cerca de Marienplatz a comer hamburguesas. Marienplatz es el centro de Múnich, como Sol en Madrid. Las hamburguesas estaban muy buenas, pero aquí comer fuera sale carísimo…
Día 10: Olympiapark
Hoy hicimos algo de turismo y visitamos el Olympiapark, que es un parque enorme que se construyó para los Juegos Olímpicos de 1972. El parque es muy bonito, pero había demasiada gente. Y es normal que sea tan popular porque desde él se pueden ver los Alpes a lo lejos, aunque en la foto no se aprecia muy bien, el Allianz Arena, que es el estadio del Bayern de Múnich, y el Olympiastadion.
Queríamos subirnos a una torre gigante que hay en el centro del parque, que se llama Olympiaturm y tiene un mirador desde el que se puede ver todo Múnich, pero está en obras hasta 2026… Así que no nos dejaron subir.
Lo que sí que vimos es el museo de BMW, que está al lado del parque. Pero es solo una exposición de coches y motos con las historias de sus diseños y eso… No me llamó mucho la atención y lo vimos bastante rápido.
Día 11:
Hoy en el instituto donde estoy haciendo las prácticas han organizado un concierto de piano de Rosa Torres-Pardo, una pianista española que ha ganado varios premios importantes de música.
Es la primera vez que voy a un concierto de piano, y, la verdad, me lo esperaba más aburrido. Pero me gustó bastante su forma de tocar y la emoción que le pone.
Por otro lado, hay una cosa en la que me fijo desde el día en que vine, y es la cantidad de cochazos que se ven por aquí. Y la gente los aparca en la calle con tranquilidad. Lo más normal es encontrarte Porsches, Teslas y muchos BMW. Así que he ido recopilando fotos de algunos de los coches que me he cruzado.
El jueves 13 de marzo, finalmente llegué a Düsseldorf, con una mezcla de emociones por comenzar una nueva etapa en Alemania. Tras un breve recorrido, el tío de mi compañera nos fue a recoger y tomamos camino hacia Colonia, donde no solo vivo por ahora sino que también realizó mis prácticas. A continuación, os comparto unas imágenes de las vistas del avión de la llegada de Düsseldorf y un poco de sus calles.
VISTAS DEL AVIÓNCALLE DE DÜSSELDORF
Al llegar a casa, nos pusimos a limpiar y arreglar las cosas que traíamos en nuestras maletas. Para finalizar el día, observamos las vistas que obtenemos desde nuestra ventana.
VISTAS DE NUESTRA CASA
El viernes lo aprovechamos para descansar y hacer las compras necesarias, como comida y otros artículos para la casa que nos faltaban. Un consejo útil para quienes planeen hacer lo mismo: ¡asegúrense de llevar bolsas resistentes y de buena calidad! Nosotras, por ejemplo, sufrimos un pequeño incidente a medio camino, ya que una de nuestras bolsas se rompió. Cabe decir que era una bolsa importada directamente de Madrid… ¡pero no pudimos evitar reírnos de la situación!
El sábado decidimos explorar un poco los alrededores y el trayecto hacia el lugar de mis prácticas, que es una escuela infantil llamada Vincerola. Después de recorrer el trayecto, aprovechamos para visitar la famosa catedral de Colonia, un verdadero icono de la ciudad. Tras un día de exploración, regresamos a casa para descansar.
ALREDEDOR DE NUESTRA CASAVISTAS DEL TRAYECTOESCUELA INFANTILCATEDRALDENTRO DE LA CATEDRALALREDEDOR DE LA CATEDRALALREDEDOR DE LA CATEDRAL
El domingo lo dedicamos a preparar todo para la semana y a relajarnos, con energía renovada para comenzar las prácticas el lunes.
Finalmente, llegó el lunes 17 de marzo, con algo de nervios y mucha ilusión, comencé mi experiencia laboral en esta nueva ciudad. Esta primera semana ha sido un reto lleno de aprendizaje, nuevas experiencias y desafíos que marcan el inicio de esta etapa en tierras alemanas.
Mi lugar de prácticas es la escuela infantil Vincerola, que se caracteriza por ser bilingüe y seguir la pedagogía Montessori, un enfoque que valora la autonomía y el aprendizaje activo de los niños. En mi primer día, me enseñaron las instalaciones de la escuela y tuve la oportunidad de conocer a los niños y niñas, lo que hizo que me sintiera muy conectada con el ambiente desde el principio. Desde el primer momento, me he sentido muy acogida por el equipo, lo que ha facilitado mucho mi adaptación. Además, el hecho de que muchos padres hablen varias lenguas, entre ellas el español, ha contribuido a que este proceso de integración sea aún más fluido.
Cada niño y niña tiene su propia personalidad, pero algo que realmente me ha llamado la atención es su gran independencia desde una edad temprana, son como pequeñas esponjas, absorbiendo cada aprendizaje con entusiasmo y curiosidad. En tan poco tiempo, me han hecho sentir parte de su mundo, demostrándome su cariño de muchas maneras. Un momento especial que me marco, fue cuando un niño me regaló una flor, un gesto sencillo pero lleno de significado, que refleja la ternura y la conexión que se puede construir en el día a día con ellos.
Aunque mi compañera y yo no trabajamos en la misma clase, siempre nos vemos en los recreos y compartimos tiempo juntas dentro de las clases. Nos llevamos muy bien y eso hace que nuestra experiencia en la escuela sea aún más enriquecedora y agradable. Además, nuestra conexión va más allá del ámbito laboral, ya que vivimos juntas y compartimos esta experiencia del erasmus juntas tanto dentro como fuera del trabajo. Esta cercanía nos ha permitido apoyarnos mutuamente, fortaleciendo aún más nuestra relación y haciendo que cada día sea una oportunidad para aprender y crecer juntas.
Es cierto que esta experiencia será única e inolvidable, pero como en todo camino, siempre hay momentos de altibajos. Ha sido una semana desafiante en el plano emocional, pero al mismo tiempo, llena de nuevos aprendizajes y experiencias enriquecedoras. Cada día trae algo nuevo, y aunque a veces haya retos, todo forma parte de este camino de crecimiento como personal y profesional.
El lunes fuimos al instituto donde trabajamos, y nos presentaron las instalaciones y todo el personal que trabaja allí. Todos son muy gentiles con nosotros. Luego nos asignaron puestos de trabajo y como primera tarea optimizar los ordenadores en los que estábamos. Por alguna razón estos ordenadores siempre usaban el 100% del disco aunque solo tuvieras una pestaña del navegador abierta y bueno traté de solucionarlo, desactivando aplicaciones que funcionaban en segundo plano y que eran innecesarias. Y bueno al ser el primer día, no tuvimos mucho más que hacer.
Para los siguientes días, tuvimos cosas más interesantes por hacer, como hacer un recambio de varios ordenadores menos potentes por laptops con dock hubs, además de resolver los problemas o dudas que tiene el personal como pasar los datos que tenían en local al nuevo ordenador o instalar ciertos programas que usan.
La verdad es que es interesante ver cosas que hemos visto en clase como los dominios en Windows, carpetas compartidas o perfiles móviles en una situación real. Y darme cuenta que las impresoras son un problema constante.
Entre semana salimos a conocer un mercado llamado Wienerplatz, pero antes pasamos por Maximilianeum, la Sede del Parlamento del Estado de Baviera. Al llegar al mercado nos pedimos unas cervezas para probar la calidad y después de un rato pasamos por la iglesia San Juan Bautista.
Río IsarWienerplatzNeue Pfarrkirche St. Johann BaptistMaximilianeum
Hoy ha sido nuestro primer día de trabajo y no ha habido nada emocionante, nos han hecho un tour por el instituto y hemos preparado nuestros puestos de trabajo. Y, de paso, nos pidieron que arreglásemos esos dos ordenadores que iban lentos.
Por la tarde, fuimos a pasear al Englischer Garten, que es un parque enorme de por aquí, tranquilo y muy bonito. Pasamos por una cervecería del parque muy conocida, pero estaba cerrada. También hay un mirador desde el que se ve gran parte de los edificios emblemáticos de la ciudad, aunque en la foto con el móvil no se llega a distinguir del todo.
Terminamos en una zona del río Eisbach, donde, por las rocas que hay, se genera buena corriente y olas. De hecho se puede surfear y siempre hay algún surfista ahí. Además, también había bastante gente que se metía al agua solo para nadar, y eso que el agua está helada…
Día 6:
Esta mañana me tocó instalar un par de ordenadores y actualizar varias tablets. Os dejo una foto del lío que tenía.
Al salir, siempre pasamos por Odeonsplatz, que está justo al lado del trabajo. Y me enteré de que hay unas estatuas de leones que todo el mundo toca al pasar, porque dicen que da buena suerte. Supongo que a partir de ahora lo haré yo también.
Esta tarde también probamos varias cervezas en Hofbräukeller, que es una cervecería popular en Wiener Platz.
Como dato curioso, en Alemania la edad mínima para beber cerveza y vino es de 16 años. Se puede beber en la calle sin problemas e incluso hay gente que bebe alcohol mientras conduce. No es que puedas ir borracho, pero el límite de alcohol para conducir es bastante permisivo comparado con otros países. Y según he oído, en algunos sitios incluso está normalizado beber en el trabajo o en los descansos.
Día 8:Una semana en Múnich
Ya ha pasado una semana en Múnich!! Estos días no han sido muy interesantes en cuanto a turismo. Pero me voy adaptando más al trabajo. Hoy nos han pedido entender cómo funciona el rack del servidor y los switches de la empresa, porque tienen un lío enorme. Nos han puesto a investigar cómo están dispuestos todos los cables, y creo que los cables estaban más liados que nosotros.
El problema es que aquí no tienen un departamento de informática propio, todo lo gestionan según las instrucciones de un técnico que está en Madrid, y que también nos pasa las instrucciones como puede.
Soy Kalin, estudiante de Grado Medio de SMR, y he venido a esta ciudad con un compañero para hacer mis prácticas Erasmus.
No puedo creer que ya estemos aquí. El viaje ha sido bastante tranquilo, y el vuelo se me ha pasado muy rápido.
Cuando salí de Madrid el clima ya estaba nublado y lluvioso, pero al llegar a Múnich… Era como entrar en Mordor. Desde el avión se veía cómo todo se volvía gris por las nubes y la lluvia, aunque a mí, la verdad, me encanta.
Aterrizamos en el aeropuerto y para llegar al centro cogimos el S-Bahn, que es como el metro aquí en Múnich. En nuestro caso, tomamos la línea S8 hasta Karlsplatz. Compré el billete en una de esas máquinas automáticas, aunque fue un poco caro. No hice foto en el momento, pero aquí os dejo una del billete que aún lo guardo como recuerdo.
Lo que más me sorprendió es que no hay torniquetes ni puertas para entrar al tren. Simplemente compras el billete, lo pasas por una máquina que te lo grapa para validarlo y lo llevas contigo por si aparece un inspector a revisarlo. Me llama la atención la confianza que tiene esta gente.
Después llegamos a nuestro apartamento, donde nos entregaron la llave del piso… Sí, una sola llave que abre todas las puertas, la del portal, la del apartamento, las puertas intermedias y hasta la del patio. Me pregunto si también abrirá las puertas de los demás vecinos… Aunque no pienso probarlo.
He investigado y, al parecer, este sistema de llave única es común en Alemania y otros países de Europa. Son seguras y más cómodas.
Después de deshacer la maleta no tuvimos tiempo de mucho, pero tocaba cenar. Nada del otro mundo, pan y jamón que traje de Madrid, pero después del día que llevábamos, me supo a gloria el bocata.
Día 2: Día de turismo
Esta mañana me desperté con ganas de empezar el día, hasta que descubrí dos problemas en el piso. El wifi no tenía acceso a internet y la tele no funcionaba. Pero no he venido aquí a quedarme en casa, así que salimos a hacer algo de turismo por la ciudad.
No tengo ni idea de qué son todos esos edificios que vimos, pero Múnich tiene una arquitectura brutal. Catedrales, edificios antiguos, plazas enormes… Y todo muy bien conservado. A continuación os dejo algunas fotos de los que más me han impresionado.
Lo que me ha llamado la atención es la cantidad de gente que va en bicicleta. Es de lo más normal aquí. Pero lo más curioso es que las dejan aparcadas por la calle sin candados ni cadenas, como si nadie pudiera robarlas. Parece que en Múnich todos confían en todos, porque dejando tu bici así en el centro de Madrid tendría que ser un milagro que no te la roben en un par de horas.
Además, si no tienes bici y no quieres ser el raro que va a pie también te puedes encontrar bicis y patinetes eléctricos por toda la ciudad para alquilar, como los Bicimad de Madrid, pero de varias empresas.
Pero no hemos alquilado ninguna bici por ahora, sino que para movernos por la ciudad hemos usado el tranvía. El sistema de transporte aquí es bastante práctico, pero un poco caro. Y lo peor es que no hay máquinas para comprar los billetes en las paradas y dentro del tranvía no puedes comprar el billete como en un bus. Aquí la gente usa una app llamada MVGO, que de hecho te recomiendan instalarte en las paradas de tranvía.
Día 3: Adaptándome a Múnich
Hoy me he pasado la mañana en casa porque ha venido el dueño del piso a intentar arreglar el wifi y la tele, pero misión fallida, volverá mañana. Por otro lado, le preguntamos cómo regular la calefacción, porque resulta que la calefacción del apartamento está en el suelo y parece que esto también es algo normal por estas zonas. No suelen tener radiadores o estufas, y la verdad es que es algo súper cómodo.
Después hemos salido a dar una vuelta por la ciudad y algo que me ha llamado la atención es que aquí no hay cubos de basura en la calle como en Madrid. Aquí la basura se tira en cubos grandes que hay en cada urbanización, y supongo que luego el camión de la basura pasa a recogerlos. Parece que esto es lo normal en Múnich.
En nuestro caso, los cubos de basura están en un cuarto subterráneo. Hay un piso entero bajo tierra con pasillos donde están los trasteros, que son pequeños cubículos hechos con tablones de madera. Además, los vecinos suelen dejar ahí sus bicicletas, así que el sitio está lleno de ellas.
Otra cosa que me parece súper extraña cada vez que cruzo la calle es que hay muy pocos pasos de cebra dibujados en el suelo, la mayoría se “intuyen”, como si los alemanes tuvieran un sexto sentido para saber dónde cruzar. Aunque algunos tienen semáforo, por suerte. Aunque, de todas formas, la gente aquí es muy amable y los coches casi siempre te ceden el paso.
Al parecer, los siguientes cuentan como pasos de cebra para los alemanes…
Bueno, teníamos programado el vuelo el día 14 de Marzo para tener tiempo para adaptarnos y ver el apartamento que hemos rentado. En el vuelo me senté en el pasillo y además estaba nublado, entonces no vi nada del paisaje al llegar, con la ilusión que tenia de ver Munich desde arriba. Al llegar, vi que mi maleta pequeña estaba completamente destrozada. Adjunto foto.
Al día siguiente salimos a explorar un poco la zona en la que estamos y a ver como se llegaba al trabajo, realmente estamos muy bien alojados, cerca al trabajo (como a 25 minutos caminando) y por lo tanto, cerca del centro de la ciudad. En el trayecto, pasamos por Ludwig-Maximilians-Universität, y en la misma carretera se encuentra un arco del triunfo llamado Siegestor y Odeonplatz. También cerca del trabajo, está como un palacio de cristal y la Residencia de Munich. Y para concluir nuestro recorrido visitamos Marienplatz y Frauenkirche, que son los monumentos más emblemáticos de Munich.
FrauenkircheCatedral Ludwig
Finalmente, el domingo salimos a pasear en el Englischer Garten, allí vimos a unas personas surfeando con la corriente del río Eisbach, y también nos fuimos a un mirador donde se puede llegar a diferenciar los edificios históricos como Frauenkirche, Odeonplatz y otros más.
Aprovechamos el día del domingo para acercarnos al zoo de Berlín, el cual tube la suerte de ir la semana anterior con los niños y las educadoras de la escuela infantil en la que estoy de prácticas.
El zoo era gigante y tenían a todo tipos. de animales, desde focas hasta osos pandas, la verdad que fué una experiencia bastante entretenida y es un muy buen plan para pasar casi todo el día, ya que tienes que venir con tiempo porque si no no te da tiempo a ver todos los animales.
Este finde comenzó yéndonos unos amigos a una ciudad cerca de Berlín (Postdam) a pasar el día.
Postdam se conoce como una de las ciudades más bonitas de Alemania tanto por la cantidad de jardines y zonas verdes que hay, como por sus palacios y sus barrios históricos.
Nosotros al ir solo una tarde decidimos aprovechar el poco tiempo que teníamos ya que sabíamos que no nos iba a dar tiempo a ver todo y fuimos a las yonas más emblemáticas de la ciudad, en la que en mi opinión destacó en Palacio de Sanssouci.
Nos lo pasamos muy bien aunque hubo un. omento donde empezó a llover muy fuerte y estuvimos a punto de irnos.
Hola a todos! En esta entrada hablaré de lo que ha sido esta semana empezando con las prácticas.
Cada día me gusta más la vida en Berlín y la escuela infantil. Estoy cada vez más integrada en la vida de los peques y de las educadoras, y lógicamente súper contenta! Me estoy llevando mucho aprendizaje y estoy muy feliz por ello, ya que sinceramente, no me esperaba que me fuese a ir tan bien. Hoy he podido implementar m primera actividad de mi proyecto, ha consistido en plantar! Una de mis actividades del proyecto a realizar, era plantar semillas, así que hoy lo he realizado. Les he explicado que es una planta y por qué son importantes, he explicado el proceso desde que es una semilla hasta que florece y luego hemos plantado.
El domingo fuimos al campo de concentración de Sachenhausen. Fue una experiencia conmovedora, ya que es impactante todo lo que allí se vivió y todas las historias contadas. Me gusto saber de su historia y creo que es muy importante de conocer.
Esta va a ser mi penúltima semana en Berlín, así que en la siguiente entrada ya os contaré como me voy sintiendo. Hasta la próxima!
El pasado finde fue puente debido a la celebración del carnaval en Berlín, este carnaval se conoce como Carnaval de las Culturas en Berlín, y este es un evento emblemático que refleja la multiculturalidad y el espíritu inclusivo de la ciudad.
A través de desfiles, música, danza, comida y actividades, este carnaval ofrece una plataforma para que las diversas comunidades compartan sus culturas y promuevan el entendimiento y la convivencia pacífica.
Había muchísima gente en el desfile de las carrozas que cada país o grupo de personas presentaba junto con la música, fue un evento muy entretenido lleno de personas y aunque empezó muy pronto y no pude ver el principio me lo pasé muy bien.