Cine latino 📽️🎎

Del 5 al 11 de mayo fue una semana de esas más tranquilas, donde todo fluye sin mucho estrés. En la escuela estuvimos trabajando bastante en el proyecto, avanzando poco a poco y organizando ideas.

El viernes, después de la jornada, salimos con dos compañeras de la escuela a dar un paseo por la ciudad. Aprovechamos para tomar un helado, porque el clima ya empieza a invitar a cosas frías. Luego fuimos a un centro cultural latinoamericano, donde proyectaban una película colombiana basada en las guerrillas y el mandato militar. Fue intensa y muy buena, de esas que te hacen pensar.

Después del cine, como ya teníamos hambre, decidimos ir al famoso Kebapland de Köln, del que todo el mundo habla (¡y con razón!). Siempre hay cola, pero esta vez nos armamos de paciencia y valió totalmente la pena. La carne estaba buenísima, 100% recomendable. Terminamos la noche cenando en casa de nuestra compañera, charlando y riéndonos como siempre.

El finde también fue relajado. El sábado salimos a seguir explorando la ciudad a pie, descubriendo rincones y callecitas nuevas. Para comer fuimos a un buffet asiático que nos recordó mucho a los de España (sí, esos de todo lo que puedas comer jaja). La tarde la pasamos entre caminatas y algunas compras improvisadas.

Y el domingo tocó ponerse al día: hacer mandados, recoger cosas en casa y adelantar tareas del proyecto.

Una semana tranquila pero muy bonita, con pequeños momentos que hacen que esta experiencia Erasmus siga sumando recuerdos inolvidables.

Escapada a Frankfurt 🚆🦆

Semana del 1 al 4 de mayo, y aquí en Alemania el 1 de mayo es festivo por el Día del Trabajador como en España. Así que, cómo no aprovecharlo, decidimos hacer una escapada rápida a Frankfurt.

En cuanto salimos de la escuela, pasamos por casa, preparamos las mochilas y nos lanzamos a la aventura… ¡de noche! Sí, dormimos en la estación (experiencia Erasmus 100%), pero lo vale por la emoción de improvisar un plan así.

Llegamos a Frankfurt sobre las 7 de la mañana, cuando la ciudad aún estaba medio dormida. Como era festivo, muchas cosas estaban cerradas, pero eso no nos detuvo. Empezamos a recorrer calles, cámara en mano, hasta que poco a poco la ciudad fue despertando.

Visitamos la Catedral, también la iglesia de San Nicolás. Asimismo, caminamos por el casco antiguo con ese aire histórico tan bonito. Más tarde paseamos junto al río, cruzamos el famoso puente de hierro, dimos de comer a los patos y simplemente nos dejamos llevar por las vistas.

Por la tarde ya estábamos de vuelta en Köln, cansadas pero felices.

Otra gran semana de Erasmus, otra aventura más que se suma a esta experiencia que cada vez me está dejando más recuerdos increíbles.

Picnic en Köln 🧺🏞️

Semana del 24 al 26 de abril:

Para aprovechar el finde, con una amiga y compañera de la escuela decidimos organizar un picnic.

Compramos algunas cositas, preparamos la comida y el sábado, desde temprano, nos fuimos al parque.

Primero nos animamos a subir en una barquita de pedales, donde estuvimos dando vueltas por el lago entre patos, tortugas y mucha tranquilidad. No sé qué tienen esos momentos, pero son lo mejor para desconectar.

Después buscamos un sitio bonito para sentarnos, comer y charlar. Y así pasó prácticamente todo el día: hablando de todo un poco, riendo y disfrutando del buen tiempo.

Más tarde nos dio hambre otra vez (¡normal después de tanto parque!) y decidimos ir a cenar.

Eso sí, el transporte público alemán nunca falla… en hacerte esperar: los trenes pasando cada 30 minutos y sin mucha prisa. ¡Madre mía, nunca me voy a acostumbrar!

A pesar de todo, fue un finde genial, lleno de momentos simples pero muy bonitos.

Viaje a Bélgica 🚘⛽

Semana del 14 al 21 de abril, y aquí en Alemania había puente de Semana Santa (o Pascua, como le dicen por aquí). Así que, aprovechando los días libres, decidí unirme a la familia de mi primo para hacer una escapadita… ¡a Bélgica!

Nos fuimos a unos pueblos en la frontera entre Alemania y Bélgica, muy cerquita, y estuvimos allí desde el viernes hasta el domingo. La zona era preciosa, con esos paisajes verdes infinitos y pueblitos súper cuidados. Nos quedamos en un hotel muy cómodo, así que la experiencia fue todavía mejor.

Durante el viaje conocimos mucho: caminamos por calles llenas de vida, muchas de ellas de ambiente turco, con mercadillos, tiendas curiosas y puestos de comida que olían a gloria. La gastronomía fue otro punto fuerte: buenas comidas, sabores nuevos y, por supuesto, no faltaron los gofres ni el chocolate belga.

Además, nos divertimos muchísimo en parques de atracciones, riendo como niños y aprovechando cada momento. La mezcla de buenos paisajes, buena compañía y mucha actividad hizo que fuera un fin de semana perfecto.

Bélgica me dejó con ganas de volver y seguir descubriendo más.


Descubriendo Köln 🏞️🐃🚠

Este finde tocó un plan muy local y natural: ¡día completo descubriendo rincones de Köln!

Empezamos la aventura en un parque enorme, de esos con lago incluido y patitos nadando tranquilos. Alquilamos una barquita y nos lanzamos al agua (bueno, no literalmente). Fue súper divertido remar entre los patos y disfrutar del sol y la calma del lugar.

Después caminamos un poco y terminamos entrando a una parte del parque donde había un mini zoológico gratis. Había gallinas, vacas, patos, burros, cabras, ovejas… y lo mejor de todo es que podías darles de comer. Estuvimos un buen rato ahí, como si fuéramos niños otra vez.

Más tarde fuimos al centro de Köln y subimos al teleférico, desde donde se ve toda la ciudad. Las vistas desde arriba son una pasada, totalmente recomendables si vienes por aquí.

Para terminar el día con broche de oro, dimos unas vueltas en bicis y cerramos con una cena en un restaurante peruano que se llama El Inca. ¡Qué bien comimos!

Köln tiene mucho más que su catedral, y poco a poco lo vamos descubriendo.

Viaje a Geldern🚇🛝

Esta semana las prácticas en la escuela siguieron igual de bien que siempre. Cada día me siento más cómoda, los niños siguen siendo adorables y el ambiente en general es súper agradable. Pero lo más especial de esta semana fue el finde… ¡porque me fui de viaje a Geldern a visitar a mi familia!

Nada más llegar, fuimos a comer juntos y luego a dar una vuelta por el centro de la ciudad. Es muy tranquilo y bonito, como sacado de una postal. También aprovechamos para visitar algunas ciudades de los alrededores y, por la tarde, hicimos un picnic en un bosque precioso.

El domingo también fue muy completo: salimos temprano a desayunar fuera  y después fuimos al parque con las niñas, que no pararon ni un segundo. Terminamos el día comiendo fuera otra vez, disfrutando del buen tiempo y de la compañía.

Alemania me sigue sorprendiendo. Me encanta el clima fresco, las casas tan cuidadas, las plantas por todos lados, las vistas verdes.

Transporte público Aleman 🚇🚍


Una de las primeras cosas que me llamó la atención en Alemania fue el transporte público. Y no solo porque sea relativamente fácil moverse, sino por lo raro que es todo (pero en el buen sentido… casi siempre).


Lo primero: el Deutschlandticket. Por 58 euros al mes puedes subirte a cualquier tren (menos los ICE, IC), bus, tranvía o metro del país. Lo más loco es que casi nunca tienes que enseñar el ticket. Entras al bus como si nada, no hay torniquetes, ni maquinita para picar el billete… ¡ni siquiera el conductor te lo pide! Te subes, te sientas, y parece que todo es gratis. 


Pero claro, esto no es el paraíso: a veces aparecen los temidos inspectores. Se visten de civil, se suben al bus como cualquier pasajero, y de pronto empiezan a pedir los tickets. Si no lo tienes multa de 60 euros. Así que sí, parece todo muy libre, pero no te confíes. Mi consejo es que siempre pagues el billete.


Ahora, hablemos de los trenes. Uno pensaría que en Alemania todo es puntual, eficiente ¡pues no! Los trenes siempre tienen algún drama: retrasos, cancelaciones, cambios de última hora, obras en las vías, tren que desaparece misteriosamente de la pantalla… Y lo más divertido es que los alemanes ya lo asumen con total calma. Nadie se sorprende.


Eso sí, cuando todo funciona, es una maravilla: llegas lejos, rápido, y ves paisajes espectaculares.

Mi llegada a Colonia

El jueves comenzó mi aventura de Erasmus: volamos a Alemania y aterrizamos en el aeropuerto de Düsseldorf. Desde allí, nos dirigimos a Colonia, nuestra nueva ciudad para las próximas semanas.

El viernes fue un día tranquilo, sin muchos planes, perfecto para adaptarnos al cambio.

Pero el sábado decidimos salir con mi compañera a explorar un poco. Primero fuimos a ver dónde estaba nuestra escuela y el trayecto que tendríamos que hacer diariamente. También aprovechamos el fin de semana para hacer más compras y, de paso, conocer la famosa catedral de Colonia. Nos impactó muchísimo su tamaño, es impresionante verla en persona por lo alta que es.

El lunes llegó el gran día: empezamos nuestras prácticas. Desde el primer momento, nos sentimos muy bien acogidas. La escuela es bilingüe, así que muchos niños y padres hablan varias lenguas, entre ellas el español, lo que ha hecho que la adaptación sea más fácil y el ambiente muy enriquecedor.

Los niños son adorables y estoy segura de que esta experiencia será inolvidable.

Algunas fotografías de la catedral y los alrededores: